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viernes, 30 de septiembre de 2011

La primavera de los poetas

Foto, "Poesía en las calles", cortesía Alianza Francesa de Trujillo.

Trujillo no es solamente "la ciudad de la eterna balacera" -como la describió la revista Caretas en un informe sobre el avance de la violencia urbana en esta ciudad- sino también una ciudad mágica. No en vano aquí vivieron y escribieron artistas como César Vallejo, Luis Valle Goicochea, Ciro Alegría, Carlos Camino Calderón, José Watanabe, Leoncio Bueno, Ángel  Chávez, Juan Morillo Ganoza, Eduardo Gonzales Viaña, Manuel Jesús Orbegozo...y muchos más.
Trujillo, llamada "capital de la cultura" por su constante primavera artística en todas las disciplinas, de pronto -hace una década aproximadamente- sufrió un viraje radical hacia la violencia urbana, que ha tomado por asalto algunas zonas ya conocidas. ¿Las causas? Son muchas y requieren un estudio multidisplinario...
Sí pues, las personas cambian, las ciudades también. En Trujillo se ha dado esta metamorfosis con singular rapidez: ya no somos solamente la encorsetada ciudad virreinal, amurallada y recelosa de su abolengo. Trujillo es también la ciudad de los migrantes, la ciudad chicha, la ciudad de los mercaderes, la ciudad de cara a Chan Chan, la urbe que quiere ser cosmopolita pero que no deja de ser un pueblo encantador...
Todo aquello es un valor. Como el caso de Lima -la nueva Lima- donde la fuerza de los migrantes ha creado un panorama económico, social y cultural muy interesante. Y estos valores hay que cuidar porque son parte del patrimonio cultural del país.
Pero la violencia jamás puede ser un valor. Es muy incómodo vivir bajo la amenza o la extorsión, o con un arma apuntándonos en la cabeza. Es inhumano, injusto, indecente, inmoral. ¿Qué estamos haciendo para revertir aquello?
Si algo podemos hacer para renovar la paz y la armonía es volver al Arte.
Es por ello que iniciativas como "La primavera de los poetas" de la Alianza Francesa de Trujilo y el colectivo Arte en las Calles merecen felicitarse y difundirse. La poesía humaniza, sensibiliza... No sirve para nada (utilitario) pero sirve para todo (lo sublime)...
Dicho colectivo es "una asociación de artistas, profesionales y estudiantes que trabajan juntos, como organizadores y voluntarios, para llevar a cabo eventos de difusión cultural denominados “Arte en las calles” todo esto previamente coordinado y con participación activa de las juntas vecinales, pequeños negocios e instituciones de cada barrio, cuyo único objetivo es construir una cultura de paz en la ciudad de Trujillo, mediante la unión de actores culturales y los actores sociales de los barrios, además de promover el adecuado espacio de espacios públicos".

Felicitaciones a ellos y a Delphine Juillet por este acto de valentía.
Ahora hay que "democratizar", abrir nuevos espacios en cada distrito, integrar, lograr una auténtica "inclusión cultural". De todos. "El arte viene del pueblo y va hacia él", dijo Vallejo.
Y ahora que meditaba en todo esto, se me vino a la mente un poema del lírida francés Arthur Rimbaud. No es una apología de la violencia, pero si talvez una visión apocalíptica de lo que el "vidente" veía venir...
Cito aquel oema de Rimbaud, extraído del libro "Iluminations" (ver traducción al castellano abajo)

Matinée d'ivresse
O mon Bien ! O mon Beau ! Fanfare atroce où je ne trébuche point ! Chevalet féerique ! Hourra pour l'oeuvre inouïe et pour le corps merveilleux, pour la première fois ! Cela commença sous les rires des enfants, cela finira par eux. Ce poison va rester dans toutes nos veines même quand, la fanfare tournant, nous serons rendus à l'ancienne inharmonie. O maintenant, nous si digne de ces tortures ! rassemblons fervemment cette promesse surhumaine faite à notre corps et à notre âme créés: cette promesse, cette démence ! L'élégance, la science, la violence ! On nous a promis d'enterrer dans l'ombre l'arbre du bien et du mal, de déporter les honnêtetés tyranniques, afin que nous amenions notre très pur amour. Cela commença par quelques dégoûts et cela finit, - ne pouvant nous saisir sur-le-champ de cette éternité, - cela finit par une débandade de parfums.
Rire des enfants, discrétion des esclaves, austérité des vierges, horreur des figures et des objets d'ici, sacrés soyez-vous par le souvenir de cette veille. Cela commençait par toute la rustrerie, voici que cela finit par des anges de flamme et de glace.
Petite veille d'ivresse, sainte ! quand ce ne serait que pour le masque dont tu as gratifié. Nous t'affirmons, méthode ! Nous n'oublions pas que tu as glorifié hier chacun de nos âges. Nous avons foi au poison. Nous savons donner notre vie tout entière tous les jours.
Voici le temps des Assassins.

MAÑANA DE EMBRIAGUEZ
¡Oh Bien mío! ¡Oh hermoso mío! ¡Charanga atroz en la que nunca pierdo el paso!
¡Caballete hechicero!
¡Hurra por la obra inaudita y por el cuerpo maravilloso, por vez primera!
Empezó con las risas de los niños, en ellas terminará.
Este veneno va a seguir en todas nuestra venas incluso cuando cambie el sol de la charanga y seamos devueltos a la antigua inarmonía.
¡Oh ahora nosotros tan dignos de estas torturas!
Recojamos fervientemente esta promesa sobrehumana hecha a nuestro cuerpo y a nuestra alma creados: ¡esta promesa, esta locura!
¡La elegancia, la ciencia, la violencia!
Nos prometieron enterrar a la sombra del árbol del bien y del mal, deportar las honradeces tiránicas, a fin de que trajéramos nuestro purísimo amor.
Empezó con algunas repugnancias y termina -incapaces de capturar al vuelo tal eternidad- , termina en desbandada de perfumes.
Risas de los niños, discreción de los esclavos, austeridad de las vírgenes, horror a las figuras y a los objetos de aquí, sagrados seáis por el recuerdo de esta vigilia.
Habiendo empezado con toda la zafiedad, he aquí que termina en ángeles de llamas y de hielos.
Pequeña vigilia de ebriedad, ¡santa!, aunque no fuera más que por la máscara con que nos has gratificado.
¡Nosotros te afirmamos, método! Nosotros no olvidamos que ayer glorificaste cada una de nuestras edades.
Tenemos fe en el veneno.
Sabemos dar la vida entera todos los días.
He aquí el tiempo de los asesinos...

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