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martes, 29 de septiembre de 2015

Mylene D´Auriol Stoessel: "Quiero captar la esencia del Perú"

La fotógrafa, en una de sus incursiones por el interior del Perú.

Por Nivardo Córdova Salinas / Fotos: Archivo personal de Mylene D´Auriol Stoessel.

Mylene D'Auriol Stoessel desciende de padres austriacos, pero es tan peruana como Machu Picchu, la papa o la lúcuma. Y para capturar nuestra esencia, ha recorrido -­cámara en mano- todas las regiones del país con un sólo objetivo: fotografiar el Perú. Con la sencillez y simpatía que la caracteriza, ella accedió a una entrevista en su casa en Surco y nos contó todo sobre su vida como artista.

Llegar a dominar el llamado "arte de la luz" y convertirse en una de las fotógrafas más destacadas de la actualidad no fue obra de la casualidad. La vocación artística de Mylene nació en la infancia. "Desde que yo era niña me sentí fascinada por el arte. En esa época pintaba con frecuencia y en cada uno de mis mis cumpleaños siempre pedía que me obsequien crayolas, plumones y témperas", recuerda.

Dentro de su familia siempre hubo mucha sensibilidad cultural y cariño a la naturaleza. Uno de los recuerdos más nítidos son los frecuentes paseos familiares y campamentos en hermosos parajes fuera de Lima.

Mylene, pintando en el colegio.
Luego de culminar la secundaria en el Colegio Villa María quería seguir el arte como profesión,
pero a la vez había también un cuestionamiento insistente por parte de los mayores: "si te dedicas al arte, te vas morir de hambre". Por coincidencia, muchos artistas han debido sobreponerse frente al prejuicio de que las disciplinas artísticas son simplemente un pasatiempo.

Un poco para complacer las expectativas familiares, decidió estudiar psicología en la Pontificia Universidad Católica del Perú hasta realizar sus prácticas profesionales en el hospital psiquiátrico Hideyo Noguchi. "Pero en el fondo de mí ser, sentía que no era lo mío. Quería otra cosa", afirma.

Fue entonces que ingresó a la Facultad de Arte de la Católica, en la época que estaba como decano el recordado maestro Adolfo Winternitz.

De allí a la fotografía solo había paso. Pero todavía faltaba el empujón final. Un día, un tío muy cercano a su familia le preguntó: "Mylene, ¿qué quieres ser realmente?". La fotografía se le reveló y se le fijó con nitidez. "Lleve un curso básico en el Instituto Toulouse Lautrec y empecé a tomar fotos con una cámara mecánica. La llevaba todo el día conmigo y fotografiaba prácticamente todo. La fotografía me fascinó al punto de que sentí que esto era la que había estado buscando durante tanto tiempo", afirma.

Ya con esta determinación, se matriculó en cursos de fotografía profesional, inicialmente en la Kodak y después en el Centro de la Fotografía, donde adquirió todos los rudimentos del arte fotográfico, tanto en blanco y negro como en color. Lo cierto es que lo que muchos consideran como el arte más democrático del mundo, requiere técnica, sensibilidad y buen ojo.

"Analizando un poco, creo que haber seguido estudios de psicología y de artes plásticas me han servido para la fotografía. La psicología, para saber cómo acercarme a las personas a la hora de fotografiarlas, y el arte para la composición, el encuadre y la iluminación de las fotos", concluye la artista.
Con un oso de anteojos (Tremarctos ornatus) en Lambayeque.

En aquella época pasaba todo el día en el laboratorio que ella misma construyó, revelando negativos, haciendo contactos fotográficos y ampliaciones. "Tomaba todo: objetos, personas, paisajes", señala.

Ya con un portafolio de fotografías, un día decidió presentarse a la revista Somos, donde la acogieron inmediatamente al ver su talento. "Inicialmente me la pasé clasificando y ordenando negativos. Tres meses después me encargaron mi primera comisión. Cuando publicaron mis fotos por primera vez en la revista, me sentí feliz", expresa.

En los últimos quince años, Mylene ha recorrido prácticamente todo el territorio nacional y diversos lugares del mundo haciendo reportajes gráficos para las principales publicaciones periódicas del Perú (diario El Comercio, Revista Somos, Rumbos, Bienvenida, Viajeros) así como del extranjero (la versión para América Latina de National Geographic, Qantas (Australia), Condé Nast Traveler (España), Aero Postal (Venezuela), American Eagle Latitudes (EEUU), Taca, Welcome, Avianca (Colombia), Travesías (México), Elle (Francia), Américas (EEUU), Acura Style, Escala (México), Explore (Costa Rica), Wilderness Travel (EU).

Durante un viaje al África.

En la actualidad, además de su trabajos para la prensa escrita, Mylene cuenta con un banco fotográfico con más de 300 mil imágenes, producto de sus viajes por todo el territorio nacional, las cuales que son solicitadas por las principales agencias de publicidad, editoriales y revistas. Asimismo, se puede apreciar su trabajo fotográfico en su página web www.mylenedauriol.com .

Además fue editora fotográfica de la revista Rumbos y ha publicado los libros “Pachamanca,
festín terrenal”, “El Camino Inca”, “Rutas y sabores del cebiche”, coleccionable “Destinos
Naturales del Peru”.

"Una de las cosas que más me fascina de mi trabajo es que mi trabajo me ha permitido viajar tanto a nivel nacional como internacional, y conocer a diferentes culturas", declara. Otra área que desarrolla es la fotografía publicitaria y comercial. "Cuento con equipo de iluminación para hacer fotos de productos en estudio, retratos o en diferentes locaciones.

También estoy incursionando en la fotografía artística, donde mis fotos se amplían a formatos
grandes para la decoración de oficinas y departamentos", comenta.

Con su esposo.
Sin duda, el trabajo de Mylene no sólo es apretar el click, sino que al colaborar con muchas revistas del extranjero, hace una labor de difusión del Peru en el exterior. Respecto a su vida familiar, está casada con el arqueólogo Carlos Escobal Mc Evoy. "Tenemos muchos gustos
afines, como son los viajes, la historia, la fotografía y el contacto con la naturaleza", afirma.

Mylene vive actualmente en el distrito de Surco. "Es un privilegio vivir rodeada de numerosos parques y áreas verdes. Me gusta vivir ahora en Surco, aunque extraño mucho el mar, el cual veía a diario cuando vivía en Miraflores", afirma.

Como cierre, que la fotografía me ha dado muchas satisfacciones, pues me ha permitido recorrer, conocer y por ende , querer más al Perú. Que me siento afortunada de poder vivir haciendo lo que más me gusta, que es fotografiar la naturaleza y su gente. No tengo horario ni jefe, tengo mi propia empresa que va al ritmo que yo le quiero imprimir".

Al momento de esta entrevista, Mylene estaba alistando un nuevo proyecto de fotos aéreas de la zona arqueológica de Pachacámac, al sur de Lima, que espera ver publicado en formato de libro. Para esta entrevista y durante la sesión de fotos, la artista demostró que no sólo puede estar detrás del lente, sino que tiene la mejor sonrisa.

Mylene D'Auriol Stoessel.